sábado, 14 de junio de 2008

Dando Pasos...

Caminante, no hay camino; se hace camino al andar, al andar, y al volver la vista atrás, se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante, no hay camino, sino estelas en la mar…

Sí amigos, hoy me siento ‘viejo’. Y es que en estos dos días se han ido sucediendo los hechos, que, por otro lado, durante años ansías alcanzar, pero que, cuando llegan, te dejan un pellizco en el estómago y una pregunta en la cabeza: y ahora, qué?
Son muchos 5 años estudiando una carrera, o pocos… Y todos ellos se juntan en tu cabeza, en un pasar de recuerdos, en el día de tu graduación. Gente con la que hace 5 años estabas sentado en ese mismo sitio y mirabas como extraños y hoy despides como compañeros, como ‘colegas de profesión’ y como amigos.
Éste ha sido el día de mi graduación, el día en el que le dices a la sociedad: estoy aquí, te sirvo para algo? Pero en el que a la misma vez tú estás pensando si realmente eres válido… No es nigún final, sino un comienzo de todo; no se cierran puertas, sino que se abren muchas más.
El día de tu graduación es una paradoja en tu vida. Crees que es un final, una llegada a la meta. Con los ojos cansados y el agotamiento del último esfuerzo, sostienes feliz tu trofeo. Que nadie te hable hoy de nuevos desafíos. Sin embargo, te aguarda un maravilloso descubrimiento: este final te ha puesto exactamente en un principio. Hoy la sociedad te presenta su intenso abanico de posibilidades. Aduéñate de él, recórrelo, hazlo tuyo. Te lo mereces: tómalo.

Hoy ha sido un gran día. Gracias a mi familia, gracias a todos los que directa e indirectamente habéis compartido conmigo éste día y todos los días en los que, poco a poco, me he ido acercando a esta ‘meta’.

jueves, 12 de junio de 2008

¿Por qué la Generación Koala?

El koala (phascolarctos cinereus) es un marsupial que vive principalmente en árboles y es herbívoro. La principal característica que distingue a los marsupiales de otros mamíferos es que dan a luz una cría inmadura que completa su desarrollo en la bolsa. La palabra "marsupial" proviene del latín marsupium, que significa "bolsa". Su aspecto recuerda al de un oso de peluche, con hábitos tranquilos, parecidos a los de un perezoso.

El koala está perfectamente adaptado a la vida en los árboles. Su cuerpo es delgado y muscular, y sus comparativamente largos y fuertes miembros soportan bien su peso cuando trepa. Los brazos y piernas son de la misma longitud, y su fuerza durante el trepado proviene del músculo del muslo, que une la espinilla mucho más abajo que en otros animales.
En la seguridad de sus árboles, los koalas asumen una amplia variedad de posturas, y se mueven por el árbol durante día y noche buscando el sol y la brisa del viento. En días calurosos es común verlos balancear sus miembros en un esfuerzo por mantenerse frescos, y durante tiempo frío, enrollados en forma de pelota para conservar el calor de su cuerpo.
Cuando descienden de los árboles, lo hacen con la cabeza hacia arriba. Regularmente bajan hacia el suelo para cambiar de árbol, y es en ese momento cuando son más vulnerables a los depredadores, tales como perros, zorros y dingos, como así también al riesgo de ser atropellados por un coche. Su marcha sobre el suelo se ve algo torpe. También pueden correr.
Los koalas son animales mayormente nocturnos. Son más activos durante la noche, al amanecer y al anochecer. Pasan entre 18 y 20 horas por día durmiendo o descansando, y el resto lo utilizan para comer, caminar, acicalarse e interaccionar socialmente. Debido a que los koalas duermen por largos períodos, en el pasado fueron descritos como animales ‘drogados’ o ‘alcoholizados’ por las hojas de los eucaliptos.

Y todavía os preguntaréis qué tiene que ver la vida de los koalas con el título de mi blog. Muy sencillo, hace mucho tiempo alguien me definió así la generación de la que yo formo parte, y creo que no le faltaba razón en algunos puntos. Si vemos entre líneas lo que nos refleja el texto veremos por qué.

Estos koalas han especializado su vida en el árbol, fuera del cual se sienten indefensos, desprotegidos; les han dado su ‘burbuja’ de la que si salen, se ahogan. Hoy, cualquier mínimo problema fuera de nuestro ‘árbol’ puede convertirse en una gran odisea y son muchos los jóvenes que caen en la desidia, el abatimiento, el creer que no serán capaces, la falta de motivación, la dejadez, no tener objetivos claros sino sólo vivir su día a día. ¿Cuál es el árbol de nuestra generación? La rutina diaria, obtener una carrera porque es ‘lo normal’, salir de fiesta, ser uno más… Y no me saques de ahí, no me pides que piense por mí mismo, si yo soy apolítico, si yo sólo veo los deportes en el telediario…

Los koalas son seres generalmente nocturnos, cuando tienen su máxima actividad; creo que a este respecto no hay más que decir. Yo soy un ser nocturno, y no sólo para salir de fiesta, sino para estudiar y para escribir en este blog como podéis comprobar…

Pasan más de 18 y 20 horas dormidos, y basan su vida en comer, caminar, acicalarse e interaccionar socialmente; y es que, hoy en día, esto es lo que la sociedad nos dice, que el tan ansiado estado de bienestar parece que se basa en el propio yo, en la autocomplacencia… Incluso se les describe como animales drogados!! Y es que el botellón, del que siempre fui defensor está causando estragos en más de un joven…

Pero no quiero convertir esto en una crítica a mi generación, a mi gente, y a los que vienen tras nosotros; pero debemos hacer una autocrítica y ver de dónde venimos y a dónde vamos, y lo que dejamos en herencia a los que vienen detrás… Nosotros somos esos a los que, por suerte o por desgracia, se nos ha dado ‘todo hecho’ como se dice habitualmente, nosotros no hemos corrido delante de los grises, no hemos votado la constitución, no nos hemos manifestado en contra de la OTAN y no conocimos la URRS… Pero todo esto, no nos quita el derecho a valorar lo que tenemos y a apostar por una sociedad mejor, que es posible… Y oportunidades para hacerlo, no nos faltan.

Así pues, podrás estar de acuerdo en que somos la generación koala o no, y te considerarás un koala, o probablemente no; pero es inevitable pensar que nuestra sociedad debe y puede mejorar y la juventud como nosotros tiene mucho que decir y apostar. Al fin al cabo, aunque suene a tópico, Somos el futuro.

lunes, 9 de junio de 2008

Allá voy...

Estoy hasta nervioso, jaja... Y es que durante meses llevo queriendo iniciar esta idea, tan simple como 'peligrosa' desde el punto de vista de quien intenta escribir sus pensamientos, y si cabe, que éstos calen en algún lector descuidado que otro...
Y eso para un estudiante de veterinaria no es tarea fácil. No voy a decir ahora, con 23 años, que las personas nos dividamos en 'de letras' o 'de ciencias' (eterna pelea entre estudiantes de bachiller). Pero sí creo que a mi, Dios me dejo fuera del reparto del don de la escritura (o literatura), al igual que de otros muchos dones; pero no por ello lo quiero menos, nada más lejos de la realidad.

Pues bueno, ahí queda plasamada una muy breve descripción sobre este blog, en el que intentaré hablar de muchas y variadas realidades que nos vayan marcando en mayor o menor medida el surco de nuestras vidas.